Desde Huanchaco, la lideresa de Fuerza Popular oficializó su nueva candidatura presidencial. Spoiler: no va al Senado.
Por que la cuarta es la vencida, siempre y cuando no se cruce en el camino el paneton.
Desde el balneario de Huanchaco (Trujillo) —tierra de caballitos de totora y ahora, aparentemente, de relanzamientos políticos— la lideresa de Fuerza Popular anunció que competirá por la presidencia en 2026.
Esta vez, sin medias tintas ni lista al Senado. “No quiero premios consuelos, no quiero ni necesito inmunidad”, soltó ante una multitud de simpatizantes y cámaras de celulares transmitiendo en vivo. Todo muy siglo XXI.
La excongresista, quien ya pasó tres veces a segunda vuelta (2011, 2016 y 2021), aseguró que su campaña busca “rescatar al Perú de la violencia” con una fórmula conocida: “mano dura, pero sin milagros”. En otras palabras, el remake del remake del remake, pero con más drama judicial y menos Odebrecht (según ella).
Sus compañeros de fórmula serán Luis Galarreta y Miguel Torres, dos veteranos del fujimorismo que la acompañarán como vicepresidentes. Porque si algo no se cambia en Fuerza Popular, es el elenco.
Por si fuera poco, el timing fue perfecto: el Tribunal Constitucional archivó hace una semana el CASO CÓCTELES, ese que la persiguió por casi una década. Y aunque Keiko jura que la decisión no tuvo nada que ver con su candidatura, el calendario parece guiñarle el ojo.
Mientras tanto, las encuestas recientes muestran que Carlos Álvarez (sí, el comediante) la supera en intención de voto. O sea, el humor literalmente está ganando la política peruana, para confirmar que somos un pais meme.
Con esta nueva postulación, Keiko cumple 15 años intentando llegar a Palacio de Gobierno. Perseverancia, terquedad o ambas, depende de a quién le preguntes.
🟠 Reflexión final: Si la política peruana fuera una serie de Netflix, Keiko sería ese personaje que siempre vuelve en la nueva temporada, aunque todos quisieran que ya no saliera más.